Translate

jueves, 20 de septiembre de 2012

RAÍCES DE AMOR


por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Saldremos de la hoguera para amarnos.
Mientras no pierdas tú tu sentimiento,
y el mío yo no pierda, habrá otro intento
por rehacer lo nuestro en vez de odiarnos.

¿De qué sirve la furia y el lamento?
Los dos necesitamos consolarnos
tras habernos golpeado hasta cansarnos,
por crear mutuo infierno a fuego lento.

Alejados, te llamo o tú me llamas:
sólo juntos podemos ser felices.
¡Te amo tanto y sé que tú me amas!

La hoguera convirtió en cenizas grises
al fuego de pasión algunas ramas;
no destruyó el amor en sus raíces.

© 2012 CAGB "Claudio Madaires". De su libro Poemas de amor 2012

lunes, 27 de agosto de 2012

MIENTRAS LA TEMPESTAD VA A MAR ABIERTO


por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com



Noche de gran tormenta y yo despierto.
He delirado un sueño hasta hace poco.
Serán las tres; y, si no me equivoco,
la inmensa tempestad va a mar abierto.

Mientras durmiendo, libre como un loco,
fantaseaba un destino sin un puerto:
nadaba estando vivo, habiendo muerto...
Con faro de razón ahora enfoco.

La Ansiedad abre espacios imposibles
en mares de color eterno verde;
mas todo es como oleaje de Ilusión.

Ya en vigilia de escenarios tangibles,
mi mente rescatada no se pierde
en los naufragios de mi corazón.


© Claudio Madaires, de su libro Chaturanga

lunes, 30 de julio de 2012

LA CANCIÓN PERPETUA

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


¿Moriré donde el mar de aguas verdes soleadas?
¿Nadaré en plena luz a la hondura invisible,
después de que la aurora haga nubes rosadas,
cuando sienta que el sol sea un disco tangible?

¿Adentraré este cuerpo, nocturno en sus brazadas,
en oleajes de Luna hacia el sitio terrible
que linda al horizonte con barcas olvidadas?
¿Iré nadando a ti, Sirena aborrecible?

Tú invitas con un ansia de pasión lujuriosa
a los pobres marinos, que jóvenes surcamos
el azul del Océano, disfrazada de Ensueño.

Tu voz nos hipnotiza, destructora sin Dueño.
Es tu Canción Perpetua un arte que no amamos;
pero que, en Pleamar, atrae por misteriosa!


© Claudio Madaires, de su libro Chaturanga

miércoles, 13 de junio de 2012

LA URNA

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Helada tierra húmeda y nocturna
que pudres en voraces cementerios
las ruinas de los hombres, sus misterios:
jamás me destruirás: iré a una urna.

Bien sé que moriré; pero a luz diurna,
y nunca en tus tristísimos imperios.
No me entierren en esos cautiverios
donde gusano y rata vil se turna.

Añoraré la carne cuando sea
o ceniza cremada o diablo eterno,
o ausencia o servidor en el Averno.
Añoraré esta vida que el Sol crea.

Nutre a rata y gusano con los otros,
tierra inmunda: con ellos, con vosotros.

© Claudio Madaires, de su libro Chaturanga

miércoles, 16 de mayo de 2012

VIDA Y MUERTE EN EL UNIVERSO

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


समणो खलु, भो, गोतमो सक्यपुत्तो...(*)


Es hora de dormir y me he acostado
en confortable y ciega oscuridad.
Me percibo a mí mismo un ser aislado,
perplejo de la externa inmensidad.

«¿Por qué tendrá un Final la Realidad?»,
me pregunto del todo desnudado,
imitando la pose sin edad
de Buda en su antebrazo recostado.

Medito con la mente adormecida
en el ser y el no ser de un Universo
que a todo cuanto crea lo destruye.

Y mientras la conciencia al sueño fluye,
resumo el Universo en sólo un verso:
«Laberinto Infinito sin salida.»


_____________

(*) तिपिटक (Tipitaka)


© Claudio Madaires, de su libro Chaturanga

viernes, 13 de abril de 2012

POR OJOS DE MUJERES COMO TÚ

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com



Acariciando esta tarde mi derecha,
«de pianista es tu mano» has elogiado,
ingenua tu pasión encantadora.

Largos como de cinco octavas
los dedos de esa mano:
útiles para el Liszt
de tu blanco y sensible y caro piano.

Pero tengo otra mano
—la mano sinvergüenza—,
que busca lenta, ávida, corrupta,
con odiosa y adulta impunidad,
tus entregadas vísceras eróticas.

Esta mano, la izquierda,
te iniciará, sutil,
a un impúdico juego destructivo:

Porque sé, por antigua mi experiencia,
que así estrangulará el posible amor
que podría en mi contra subyugarme.

Porque aún no lo sabes por edad:
Soy hombre subyugable
por ojos de mujeres como tú.


© CLAUDIO MADAIRES (CAGB). De su libro Donde los amantes no se atreven


jueves, 22 de marzo de 2012

MARIONETAS AÚN CON CORAZÓN

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Ete hi hridayamarmacchidah samsârabhâvâ [1]...


¡Ah, levedad intrínseca del ser,
de la esencia doliente de lo humano!
¡Vivir superficial lo cotidiano,
y dormir sin soñar, sin nada ver!

¡Destino! Me haces viejo, ciego, insano,
siempre ansiando lo eterno y sin poder
lo que es mío —mi vida— defender.
Marioneta, dependo de Tu mano.

Tú, Destino, es quien das, manipulando,
quien alzas o derribas sin razón,
si cual niño con títeres jugando.

¡Si al menos yo tuviera la ocasión
de un Juego que no acabe quebrantando
este punto vital del corazón [2]!


© Claudio Madaires (CAGB). De su libro Chaturanga


____________________

[1] Bhavabhûti, Uttararâmacaritam, acto I: «Estas vicisitudes de la existencia quiebran el punto vital del corazón...».

[2] En torno a la palabra «corazón»: Bhavabhûti, en su obra teatral Uttararâmacaritam (Última historia de Rama, o Postrer recorrido de Rama), usa el vocablo sánscrito «hridaya» —«corazón»—, el cual está ligado genéticamente al griego antiguo «kardía» —la «h» por la «k»; la «ri» por la «ar», etc.–, al latín «cor», y, por supuesto —perteneciendo el castellano a la familia aria de lenguas— a la nuestra equivalente. Es, pues, nuestro vocablo «corazón» uno de antiquísima prosapia lingüística.


jueves, 16 de febrero de 2012

EL LIBRO DE LOS MUERTOS

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


—Egipcio es el Reloj de lo Perpetuo,
jamás nunca ni medio consumido;
y habrá reencarnación cuando El Retorno.
Eso declara El Libro de los Muertos.

—Inventas, ya mujer, igual que niña.
El Libro es un papiro en tinta viva
que leen los corazones, no las mentes.
Los muertos son arena analfabeta.

—Ten fe y nos reuniremos ante Osiris,
juntos por ser amantes sin oprobio,
para volver los dos en otra vida.
Eso declara El Libro de los Muertos.

—Olvídate de dioses jeroglíficos,
y acaricia mis lágrimas internas
con el dorso invisible de tu mano...
Mi cabeza se nubla hacia tu pecho
de latir cada vez más inasible.



© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Índice de amores prohibidos

viernes, 20 de enero de 2012

EN VEZ DE TAN PROFUNDO CORAZÓN

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Fracaso del ingenuo corazón
hinchado a reventar en sentimiento.

Tanto tanto sufro,
por este otro fracaso,
que, si tuviera un órgano robot
en vez de tan profundo corazón...

Me arrancaría,
bajo riesgo de autopsia prematura,
este músculo que cabe entre dos manos,
palpitando en mi contra sin piedad...

¡Qué gran desilusión!...

Tal vez sea mejor la placidez
de la amnesia total,
tras indolora autopsia prematura...


© CLAUDIO MADAIRES. De su libro Donde los amantes no se atreven


Seguidores